martes, 16 de junio de 2015

~16:We Only Need Be Ourselves~ (Parte 2)

Tu:Ross.-lo moví un poco, susurrando.
Ross:Estoy despierto, estoy despierto!-se despertó alarmado-Oh, lo siento Alex. Yo... Quería invitarte a algo que te gustara pero... Lo siento. La ópera no es lo mío.
Tu:Y... Por que crees que lo mío si?
Ross:Bueno, siempre que te veía salir con Caleb iban a restaurantes, galerías... Sitios con... Clase. Ya sabes y pensé...
Tu:Pensaste que me gustaba. Ross... Me gustan las galerías porque amo el arte pero... No soporto estas cosas. Lo siento. Se que solo querías que me sintiera cómoda pero... Soy un desastre, no me has visto? Jamás uso vestidos, siempre llevo zapatillas gastadas y camisas que me quedan una o dos tallas más grandes. No soy refinada.
Ross:Me gustan tus zapatillas desgastadas y tus camisas. Siempre desabrochadas y con una camiseta debajo.-sonrió un poco.-Deberíamos salir de aquí.
Tomó mi mano y salimos a la calle.
Ross:Siento mucho que nuestra cita haya sido un desastre. Soy un idiota! Por fin consigo una oportunidad contigo y lo fastidio todo!
Tu:No, Ross. La verdad es que... Esta bien, si. 
Ross:Si?
Tu:Que tienes razón. Me... Gustas. Y no eres un idiota. Me gusta que hayas intentado todo eso para gustarme. Pero no tienes que intentar ser quien no eres para ello. Y... Yo también he intentado ser quien no soy. Tal vez... Estábamos tan centrados en que esto saliera bien que se nos olvido ser nosotros mismos. Siempre sabemos de que hablar y estamos cómodos juntos.
Ross:Pero hoy no, verdad? Solo hemos dicho tonterías. Estábamos demasiado nerviosos. Me gustas mucho pero no quiero que eso cambie nuestro comportamiento. 
Tu:Podríamos... Hacer lo de siempre. 
Ross:Lo de siempre? 
Tu:Ya sabes. Ir al parque. Ahí es donde siempre lo hacíamos todo juntos. Aun... Podemos dar una vuelta y charlar antes de volver a casa.
Ross:Me parece bien.-tomó mi mano y rozo su hombro con el mío. Juraría que sentí una descarga recorrer mi cuerpo de arriba a abajo.
Esta vez charlamos animadamente mientras nos dirigíamos al parque. Ahora no estaba nerviosa. Me sentía como siempre cuando estaba con él. Incluso mejor.
Ya en el parque nos sentamos a hablar en los columpios.
Ross:He estado pensando en lo que dijiste. Lo de que no te conozco tan bien. Y... En parte tienes razón. Ha pasado mucho tiempo. Pero se que sigues siendo la misma. Lo veo. Y si que hay muchas cosas que se de ti. Se que... Te encantan los columpios.-se levantó y comenzó a columpiarme.
Tu:Ross, ya no soy una niña.-reí.-Pero tienes razón. Aun me gusta.
Ross:Recuerdas lo que hacíamos de niños? Subirnos a esa especie de colina-señalándola-Y nos tirábamos por ella con cajas de cartón. Como trineos. Aprovechábamos ya que nunca nieva aquí.
Tu:Si. Aun me acuerdo. Lo hacíamos después de que lloviera. Así se deslizaba mejor.
Ross:Probamos?
Tu:Que?
Ross:Vamos, será divertido-me tendió la mano.
Tu:Ok.-sonreí y tomé su mano.
Buscamos unas cajas y nos deslizamos unas cuantas veces por la colina que había en el parque. Fue como cuando éramos niños. Aunque no fue muy buena idea tendiendo en cuenta que llevaba un vestido.
Ross:Llevas shorts debajo del vestido?-dándose cuenta-Vaya, realmente sigues siendo la misma.
Un rato después salimos del parque y comenzamos a caminar.
Ross:Siento haberte llevado a ese restaurante. Tendrás hambre. 
Tu:No. Tranquilo. Yo...-de pronto mi estomago rugió.
Ross:Ok. Creo que eso lo dice todo. Yo también me muero de hambre. Y si vamos por una pizza?
Tu:Sin duda.
Buscamos una pizzería y comimos. 
Tu:Mmm... Nada puede compararse a una pizza. 
Ross:Ya lo creo. Esos restaurantes caros no son nada comparado con una de estas.
Al terminarla volvimos a salir. 
Tu:Bueno, yo creo que debería ir volviendo a casa. Se hace tarde.
Ross:Te acompaño?
Tu:No! Quiero decir... No hace falta. Mi hermano esta por aquí cerca con unos amigos y me dijo que fuera a buscarlo para volver juntos.
Ross.:Ah... Ok. Pues... Otro día será.
Tu:Si. Eh... Me he divertido mucho. Gracias.
Ross:Eso significa que habrá más citas?-sonriendo. 
Tu:Eh... Bueno, si tu quieres.-algo roja.
Ross:Por que no iba a querer?-pasando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
Tu:Eh...
Ross:Crees... Que ahora pueda besarte?-podía sentir su respiración.
Totalmente roja, asentí levemente.
Entonces juntó sus labios con los míos y me besó suavemente.

Al día siguiente no tuve tiempo de nada. Me pasé el día de un lado para el otro con documentos y diseños y mas documentos y mas diseños. Había un montón de trabajo. Además, no tenía forma de concentrarme. No podía dejar de pensar en la noche anterior. Había sido increíble. Ross era increíble. Y yo... No podía sentirme mas culpable. Él no era una mala persona. LOS
LYNCH no eran malas personas. Al contrario. Todos se habían portado siempre muy bien conmigo. Rydel era mi mejor amiga, por no decir la única. Y Ross... Ya no podía mentir. Me gustaba de verdad. Y cada ves mas. No... No podía hacerles eso. No podía seguir mintiendo así. Pero me odiarían en cuanto supieran quien era. Y no podía salir con Ross. Así, el hecho de estar mintiendo, era aun peor.
No pude evitarlo y comencé a llorar. Me sentía horrible. Que se suponía que tenía que hacer?!
Entonces noté que alguien puso su mano en mi hombro.
XXX:Hey, estas bien? Que ocurre?
Tu:Ross.-sorprendida me limpié rápidamente las lagrimas-No. E-estoy bien. Solo... Era algo en el ojo.
Ross:Vamos. Se que me estas mintiendo. Que pasa? 
Tu:No te preocupes. De verdad. No es nada.
Se quedó un rato mirándome, como escrutándome minuciosamente.
Ross:Bien. Pero, cuando estés lista, puedes contármelo. No se que te ocurre pero, si es algo que tenga que ver con tu familia o tu vida personal... Puedes decírmelo. Lo sabes, verdad?
Tu:Lo se.-sonreí un poco.-Es solo que... Creo que no... No estoy lista.
Ross:Ok. Entones... Nos vamos?-lo miré extrañada sin saber a que se refería-Lo olvidaste? Esta mañana quedamos en que vendrías a casa a comer.
Tu:Oh, lo olvidé-llevándome una mano a la cabeza.-Lo siento Ross. No puedo. Tengo mucho trabajo aun y lo mas probable es que tenga que quedarme un rato mas. 
Ross:Y cuando comerás?
Tu:Ya buscaré algo cuando llegue a casa.
Ross:Vaya. Entonces... Ya nos veremos.
Tu:Claro. Y perdona.
Ross:Estarás bien?-aun preocupado.
Tu:Si. De veras.
Pasé un rato mas trabajando hasta que llamaron a la puerta.
XXX:Se puede?
Tu:Ross. Que haces aquí otra vez? Creí que te habías ido a casa.-llevaba una bolsa en la mano. Y en la otra dos botellas de refresco.
Ross:Bueno, pensé que podías tener hambre. Es comida china.-levantando un poco la bolsa para enseñármela.-Tallarines?
Sonreí incrédula.
Tu:Eh... Claro. Por que no?
Estuvimos comiendo y charlando un rato. Ross esa un payaso. No paraba de hacer bromas y de conseguir que me riera. Pero terminamos y tuve que seguir con mi trabajo. Como la ultima vez no dejaba de mirarme y me ponía nerviosa.
Tu:Vas a dejar de mirarme?-algo roja.
Ross:Te ves hermosa cundo estas concentrada.
Tu:Eh... Yo...-más roja aun-A que vine eso?!
Ross:A que ahora puedo decírtelo. 
Tu:Ahora?
Ross:La ultima vez también lo pensé. Bueno, sin quererlo pero lo hice.
Tu:Yo...-sin saber que responder. Él... Había pensado eso de mi? Esa noche? Cuando a un estaba con Maya y... Casi nos habíamos besado? Le... Le gustaba desde entonces?
Ross:Bailas?-dijo sin mas.
Tu:B-bailar?
Ross:Si. Mira.-cogió su teléfono mientras se ponía de pie y puso algo de música lenta.
Tu:Yo... Ross, no se bailar.-bajé un poco la mirada. No sabia por que me avergonzaba.
Ross:Tranquila. Yo te enseño.- me hizo levantar de la silla, tomó mis manos y las puso en sus hombros.-Ven aquí-me acercó más a él y puso sus manos en mi cintura.  
Comenzamos a bailar lentamente. Era una canción hermosa. Sin darme cuenta apoyé mi cabeza en su hombro. Se estaba tan bien así. Podía sentir su olor y eso me hacia sentir segura, protegida.
Ross:Esta bien para una segunda cita, eh?-susurró suavemente a mi oído.
Sonreí levemente.
Tu:Es perfecto.

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