Pero ahora... Ahora estaba de camino a ninguna parte. Esa era mi nueva vida. Con Maya. La chica que... quería? Wow, que raro había sido pensarlo. Era como... Como si, ahora que estaba en su auto, alejándome de toda mi vida, las cosas no se sentían del mismo modo. Normalmente había pensado que quería a Maya sin dudarlo pero ahora... Solo pensarlo sonaba extraño.
Maya:Hey, estas bien? Llevas todo el rato cayado. Seguro que no te vas a arrepentir? De verdad que no quiero tener que volver a Los Ángeles para devolverte a casa porque echas de menos a tu mami.
Ross:Claro que no. No digas tonterías. Solo... Estaba pensando en lo genial que va a ser todo.
Realmente lo único que paso por mi mente fue: Alex jamás me hablaría de ese modo.
Me preguntaba cuanto llevábamos de viaje. Miré la hora en mi teléfono. Quince minutos? En serio? Esto iba a hacerse muy lago.
Maya:Genial.-sin darle importancia.-Me pasas un cigarrillo? Están en mi bolso.
Ross:Claro.
Busque en su bolso. Estaba sacando cosas tratando de encontrarlos cuando por error encontré un anillo.
Ross:Hey, no sabia que usases anillos. Es...-lo miré detalladamente. Rydel llevaba varios días dándome una descripción de un anillo. Alex lo había perdido. Un anillo antiguó que había heredado de su familia-Muy parecido al de Alex. Lo perió...-Y entonces todo encajó.-El día en que fuiste a comer a casa. F-fuiste tu?
Esperaba que se defendiese. Que lo negase y me preguntase como podía creer algo así de ella. Pero sencillamente se encojió de hombros, como si no importase, y respondió.
Maya:Si.
Ross:Por que?!-comenzaba a enfadarme.
Maya:Yo que se. Solo es una mosquita muerta. Que importa? Vamos Ross, cuantas veces no he cogido cosas sin pagar de las tiendas y no has dicho nada? Por que es diferente ahora?
Ross:Le has robado a mi mejor amiga! No me importa que robes, ok? Es tu vida pero no permito que te metas con la gente que me importa, esta bien?! Y mucho menos que hables así de esas personas.
Entonces lo entendí todo. Yo no le importaba en absoluto. Cuando yo pensaba que la quería y se lo decía a todo el mundo ella solo pensaba que yo era algo pasajero y lo que lo nuestro no duraría mucho. Solo se preocupaba por ella misma. Iba a lo suyo. Y yo, como un idiota, la había seguido a todas partes. Esperando que me hiciera el más mínimo caso, y con eso me había bastado. Cuando tenía delante de mi a alguien que no quería más que mi felicidad. Que, al contrario que los demás, aun que le doliese y supiera que lo que estaba hablado era una locura, había estado conmigo. Se había preocupado por mi y me había apoyado en todo. Ella me hacia reír y alegraba mis días cuando nadie más podía, al contrario que Maya, a la que nunca podía contarle mis problemas por que sabia que respondería con un simple: Ah... Ok. Alex había estado siempre conmigo. Era con ella con la que debía estar en ese momento. No con Maya. Ahora lo sabia.
Ross:Metí el anillo en mi bolsillo.-Detén el auto.
Maya:Que?-notablemente sorprendida.
Ross:Detén el auto. Me largo. Todos tenían razón. Me habías lavado el cerebro.
Sin decir más frenó y me premitió salir. Tomé mi mochila y mi guitarra y bajé.
Maya:Retiro lo dicho, Ross. No eres más que un perdedor.
Ross:Seré solo un perdedor, Maya. Pero al menos no estoy solo. Y lo siento por ti, de verdad. Yo he tendí la suerte de tener gente a mi lado a la que de verdad le importo pero tu... Tal vez la hayas tenido pero no has sabido apreciarlo y por eso la has perdido. Deberías aprender a pensar mas en los demás y menos en ti misma. Serias mas feliz y no estarías siempre tan amargada y sola.
Solo me miró desafiante y volvió a arrancar el auto.
Narras tu:
Estaba en el cuarto de Rydel. Tratando de dormir. Pero era imposible. No podía dejar de pensar en que Ross ya se habría marchado. Y en que debí decirle la verdad porque ahora se iba y jamás sabría quien era en realidad. No dejaba de pensar en lo horrible que era la idea de no volver a verlo. Ya había pasado por esto una vez y estaba ocurriendo de nuevo.
De repente oí un ruido en la ventana. Creí que sería mi imaginación así que solo lo ignoré. Pero ahí Estaba de nuevo. Era como si algo golpeara contra la ventana. Me levante sin hacer ruido, con cuidado de no despertar a Rydel, y corrí la cortina. Era Ross. Estaba lanzando piedrecitas a la ventana.
Se detuvo en cuanto me vio y me hizo una señal para que bajara.
Con todo el sigilo que pude bajé las escaleras y salí al jardín de delante de la casa.
Tu:Ross, creí que te habrías ido ya.
Ross:Eh... No. Yo... En realidad si, pero... He vuelto.
Tu:D-de verdad? No vas a irte?
Negó con la cabeza.
Tu:Por que? Creí que era lo que querías.
Ross:Yo también lo creí. Pero me di cuanta de que lo que de verdad quiero esta aquí.
Tu:Me alegra que decidas quedarte por tu sueño y tu familia.-sonreí un poco-Todos estaban muy preocupados de que te fueras y se alegraran de tenerte cerca otra vez.
Ross:Bueno, si. Pero a lo que me refiero es que...
Tu:Espera. Pero... Por que me has llamado para contármelo? Podías haber despertado a Delly y te habrían descubierto.
Ross:Necesitaba hablar contigo. Quería que fuera la primera en saberlo porque... Ellos no son la única razón por al que he vuelto. Yo... Me di cuanta de que lo que de verdad quiero esta aquí-dijo hacer di énfasis en aquí.
Tu:Si. Lo se. Con los chicos y...
Ross:No. Lo que de verdad quiero esta AQUI. Conmigo. En este preciso momento.
Tu:-lo miré extrañada-Tu... Guitarra? Te refieres a tu música? Porque lo admiro mucho. Es tu sueño y...
Ross:No! Alex realmente nunca has pillado las indirectas, verdad?-rió un poco.
Lo miré mas confusa aun.
Él rebusco algo en su bolsillo y tomo mi mano. Era mi anillo.
Solo me lo puso sin decir nada. No entendía que estaba pasando.
Ross:Tu. Tu eres por lo que he vuelto Alex. Yo... Me di cuanta de que tu eres la que siempre ha estado conmigo. Y jamás me ha juzgado. A pesar de que llevábamos años sin vernos se siente como si nunca te hubieras ido. Solo querías lo mejor para mi, como siempre fue. Sin importar lo que pensaran todos solo querías mi felicidad. Y...-se acercó más a mi-Creo... Que me gustas.
No tuve tiempo de reaccionar porque... Me besó! Si. Me besó. Así, sin mas. Y, para mi sorpresa, le correspondí.
